Ref: I-00YKBB-W-02WR7S. Engel&Völkers presenta esta amplia finca rústica de 19,000 metros cuadrados, situada en un entorno natural, a tan solo 5 minutos andando al casco antiguo de Altafulla, rodeada de una rica vegetación y árboles frutales que ofrecen una variada cosecha según la temporada. La finca está dividida en varias áreas bien definidas, con caminos que conectan las distintas zonas.
Al entrar, se encuentra una encantadora casita de 60 metros cuadrados. Esta casa, de estilo rústico y acogedor, cuenta con todas las comodidades necesarias para una estancia cómoda. En el exterior, destaca una zona de barbacoa, perfecta para disfrutar de comidas al aire libre en un entorno tranquilo y natural.
Un poco más adentro, se encuentra un almacén espacioso de 300 metros cuadrados, construido con materiales robustos, ideal para almacenar herramientas, maquinaria agrícola o incluso para habilitar como un espacio de trabajo adicional. Este almacén está ubicado estratégicamente cerca de la entrada para facilitar el acceso y manejo de los productos y equipos.
La finca ofrece jardín con 70 olivos y varias arboles frutales, una cuadra para los caballos, un corral, amplios espacios para el cultivo y la expansión, con vistas panorámicas del paisaje circundante, lo que la convierte en un refugio ideal tanto para la vida diaria como para escapadas de fin de semana en contacto con la naturaleza.
Altafulla, con una población aproximada de 5000 habitantes, se ha convertido en estos últimos años, debido a sus excelentes comunicaciones, servicios, tranquilidad y apreciadas playas, en un núcleo residencial para vivir todo el año, tanto para familias de Tarragona como de Barcelona. Altafulla es un pueblo bien conservado y respetuoso con su entorno protegido, y que goza de un clima suave y cálido. Altafulla es como una isla entre la conurbación de Barcelona, Tarragona y el turismo de masas de la Costa Dorada. Combina lo mejor de la oferta de ocio, situada a pocos minutos, con la tranquilidad propia de un lugar ideal para vivir, trabajar, visitar y disfrutar. Cultura, calidad de servicio, entorno natural y buen trato son atributos destacados de una oferta turística que complementa su principal atractivo: su gente, la playa y el sol. Las cortas distancias con otras poblaciones y otros lugares de interés como Barcelona, la Tarraco romana, la Costa Dorada, Port Aventura, el Delta del Ebro, las rutas de Gaudí, Picasso, la Ruta del Cister, las visitas gastronómicas y los buenos vinos y cavas de El Priorat, El Penedès, La Terra Alta y El Baix Gaià, convierten Altafulla en un excelente punto de partida y destino de variadas rutas que permiten conocer más de cerca un territorio muy amplio y diverso. El pueblo fue declarado bien cultural de interés nacional en el año 1998 por la Generalitat de Cataluña gracias, principalmente, a su casco antiguo, llamado Vila Closa. Dos años más tarde, en el 2000, fue también declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO por su villa romana de Els Munts.